El arte de utilizar la palabra en público con corrección y belleza, sirviéndose de ella para simultáneamente agradar y persuadir, tuvo en Roma un uso temprano y prolongado. Favorecía su desarrollo el sistema político de la República basado en la consulta popular, y, de hecho, se mantuvo vivo y con fuerza mientras la constitución republicana subsistió; una vez que se imponen formas de gobierno basadas en el poder personal, la oratoria, falta del ambiente de libertad que necesita, languidece y se transforma en un puro ejercicio de retórica. En unas culturas como las clásicas eminentemente orales, la oratoria impregnaba gran parte de la vida pública y su valor era reconocido en los tribunales, en el foro y en algunas manifestaciones religiosas. El pueblo romano, extraordinariamente aficionado a los discursos, sabía valorar y aplaudir a los oradores brillantes, e intervenía en las discusiones entre las distintas escuelas y tendencias.
Principales principios:
- Para la elaboración de buenos discursos es imprescindible el conocimiento de los distintos recursos oratorios que se estudian en las diferentes partes de la retórica:
- Inventio: Trata sobre el contenido de las ideas y de las argumentaciones.
- Ordo o dispositio: Estudia la disposición u ordenación de las ideas del discurso.
- Elocutio: Esta tercera parte de la retórica se refiere a la expresión lingüística del discurso; la elección y colocación de las palabras, el ritmo condicionado por éstas; correcta utilización de las figuras retóricas.
- Memoria: Proponía pautas para memorizar.
- Pronuntiatio o declamatio: Desarrollaba técnicas para la declamación
- Según la finalidad del discurso se distinguían tres géneros de elocuencia:
- Genus laudativum: Era utilizado en los discursos pronunciados en ceremonias relacionadas con la religión.
- Genus deliberativum: Era el propio de la oratoria política.
- Genus iudiciale: Propio de los discursos de acusación y defensa ante los tribunales.
- También el estilo o tono de los discursos debía adecuarse a los distintos géneros de elocuencia, distinguiéndose también tres tipos de estilo o genera dicendi:
- Genus grande
- Genus medi
- Genus tenue
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